El debate sobre los vapers desechables
En los últimos meses se ha hablado mucho del futuro de los vapers desechables.
¿Van a desaparecer? ¿Se aplicarán nuevos impuestos? ¿Limitarán los sabores?
Estas son las preguntas que todos los que estamos en este mundillo —ya seamos consumidores, tiendas o distribuidores— nos hacemos constantemente.
Por ahora, no hay una respuesta definitiva. Pero sí muchas señales que permiten entender hacia dónde podría ir el mercado europeo.
Un negocio que mueve millones
El vapeo desechable es ya una industria multimillonaria.
Solo en Europa se calcula que genera unos 2.000 millones de euros al año, y España representa alrededor del 7,6 %, es decir, unos 155 millones de euros, según datos de Cognitive Market Research.
Sin embargo, la realidad podría ser mucho mayor, ya que una gran parte de los dispositivos no pasa por los canales oficiales.
Muchos productos entran sin declarar y se venden directamente entre particulares o pequeñas tiendas locales, lo que hace imposible medir su impacto real.
La oportunidad que nadie esperaba
Los vapers desechables abrieron una oportunidad única:
personas comunes comenzaron a ganar dinero vendiendo a sus conocidos, sin necesidad de tener una tienda física o gran inversión inicial.
Esto generó un efecto red muy potente, con márgenes que en algunos casos rondan el 100 %.
No se trata de un mercado ilegal, sino de un sector joven, poco regulado y en expansión, que ha sabido moverse entre la oferta, la moda y la necesidad.
Lo que antes era una curiosidad, hoy es un mercado alternativo sólido y masivo.
Un mercado en constante cambio
El éxito de los vapers desechables también ha despertado la atención de los gobiernos europeos.
Su fácil acceso, el atractivo de los sabores y el impacto ambiental de los dispositivos desechables han puesto el foco sobre esta categoría.
De hecho, el nuevo borrador de la Ley Antitabaco en España incluye la posible prohibición de los vapeadores desechables, bajo el argumento de que son demasiado accesibles para los jóvenes y generan residuos difíciles de reciclar.
Aun así, es importante recordar que lleva años hablándose de esta medida y todavía no se ha aplicado.
Todo indica que las autoridades avanzan con cautela, conscientes de que este mercado mueve mucho dinero y da empleo directo e indirecto a miles de personas.
¿Por qué aún no los han prohibido?
Hay tres razones clave:
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La dificultad de frenarlo.
La demanda es tan alta y los canales de distribución tan amplios que sería casi imposible cortar el flujo de productos. -
La cantidad de dinero que genera.
Ningún gobierno quiere perder una fuente de ingresos tan grande.
Por eso se habla más de regular e imponer impuestos que de prohibir de forma inmediata. -
La falta de consenso europeo.
Cada país de la UE tiene su propia postura.
Hasta que no haya una posición común, será difícil aplicar una medida general.
Impuestos, trazabilidad y control
En 2025 ya hemos visto movimientos en este sentido.
El Gobierno español ha aplicado un impuesto especial a los líquidos de cigarrillos electrónicos, una medida que pretende controlar parte del mercado.
Sin embargo, muchos expertos lo consideran solo un primer paso, un “parche” antes de una regulación más completa.
A nivel europeo, el debate continúa.
El 17 de noviembre de 2025, se celebrará la reunión de la FCTC en Ginebra (Suiza), donde se analizarán cuestiones clave sobre los productos de nicotina:
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Regulación de los dispositivos de nicotina sin combustión (vapers, bolsas, tabaco calentado).
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Posibles restricciones o prohibiciones para evitar su uso entre adolescentes.
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Control del comercio ilícito, trazabilidad y nuevos impuestos especiales.
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Coordinación entre países miembros de la UE para unificar criterios regulatorios.
Las decisiones de esta reunión marcarán el futuro del sector, aunque sus efectos se verán a medio plazo.
Lo que opinan los distribuidores
Los principales distribuidores europeos y españoles coinciden:
el mercado de los vapers desechables seguirá vivo durante al menos dos o tres años más.
Eso sí, con más restricciones, subidas de impuestos y cambios en la cadena de distribución.
Muchos creen que el futuro del sector pasará por vapers recargables o con cápsulas reutilizables, más sostenibles y fáciles de controlar fiscalmente.
La transición será gradual, y quienes sepan adaptarse a tiempo seguirán encontrando oportunidades.
Si hay demanda, siempre habrá oferta
Esa es una de las leyes básicas del mercado.
Mientras haya personas que quieran vapear, existirá una oferta disponible, aunque cambie la forma, el canal o el tipo de dispositivo.
Por eso, tanto si eres consumidor como distribuidor, la clave está en la adaptación.
Aprovecha el momento actual, mantente informado y diversifica.
El mercado puede transformarse, pero el vapeo como tendencia no va a desaparecer.
Conclusión: el futuro del vapeo en Europa
El futuro de los vapers desechables en Europa no está escrito todavía.
La presión regulatoria aumentará, pero la demanda sigue creciendo y el sector se resiste a desaparecer.
Todo apunta a una transición más que a una prohibición total.
Mientras tanto, lo más inteligente es seguir aprendiendo, observar el mercado y anticiparse a los cambios.
En el mundo del vapeo, quien se mueve primero, gana.